Mi hijamayor, laBebédePucca, cumplirá tres años el domingo.
Me podría poner nostálgica, pero no puedo porque ya estoy nerviosa...
Como decía la sabia Madre Tigre: el primer cumpleaños es para los padres (hicimos una fiesta y ella fue la única menor de 30 años); el segundo hicimos un vermut y logró que hubiese cuatro niños más (milagro). Así que fueron celebraciones para nosotros, los padres.
Pero en el tercero, ella ya se va enterando. Ha tenido la suerte de ir a fiestas y juega a prepararlas. También es un tema recurrente en los dibujos animados y el imaginario popular. Así que, había que hacer una fiesta.
Su padre y yo habíamos planeado hacerlo en el parque donde juegan al salir de la escuelina. Así podríamos hacerlo extensible a más personas, no tener la necesidad de acotar la lista (sí invitar a quien nos apetezca), pero sin problema de que se pudiese añadir más gente... La previsión la semana pasada era de un viernes soleado y convocamos a los amigos.
Pero esto es Asturias y el martes ya supimos que el viernes iba a llover... Así que empezamos a buscar un plan B. Existía la opción ludoteca, pero es un dineral y la homenajeada es demasiado pequeña para saberlo disfrutar.
Así que preguntamos en una cafetería de cerca de casa y nos dejan una sala para nosotros. Allí encargamos la comida, bebidas y listo.
Al final, hemos invitado a los que seguro queríamos que viniesen. Los amigos de siempre y un par de