Me explico y así acabo con la polémica:
Ya expliqué que ella tuvo MUCHOS cólicos, pero MUCHOS MUCHOS. Y entre las tropecientas mil cosas que probamos, una de ellas fue el Colikind.
Había que administrárselo veinte minutos antes de comer y en un bebé de menos de dos meses, eso nunca se sabe cuándo es. Yo le daba las bolitas a la primera impresión de demanda y después rezaba porque pasaran los minutos y poderle dar de comer. Pero fui observando que cuando se lo daba, se calmaba un rato y se volvía a dormir; a veces, de noche, una hora hasta pedir comida.
Yo que soy suspicaz (pero no lista) lo empecé a aprovechar para dárselo antes de acostarla. Las bolitas son dulces y el hecho de succionar con el chupete y encontrar sabor, la calmaba y se dormía. Como no tengo fin, también lo usaba si lloraba por la calle. Llevaba el botecito a todos sitios y los gastábamos con frecuencia.
Los cólicos se fueron antes de los tres meses, pero el Colikind se quedó, ya había encontrado un hueco en la familia. Los amigos y familiares ya lo conocían y le llamaban lasbolitasesasmágicas.
Pero elPapá y yo somos