MADRE: Deberíamos ir a comprar a Mercadona para la barbacoa que hemos organizado mañana.
PADRE: De acuerdo. ¿Nos llevamos a los niños?
MADRE: Sí, a los mayores.
HIJA MAYOR: Tengo pis. (Madre e hija salen de escena. Se funde a negro).
Saliendo de casa.
PADRE: ¿Vamos?
MADRE: Sí, ¿y Manel?
PADRE: En el coche. (Oye un ruido y corre).
El coche está cerrado, los tres personajes están alrededor. Dentro se ve algo.
PADRE: He arrancado para poner el aire y Manel ha cerrado por dentro.
MADRE: ¿Qué hacemos?
PADRE: Esperar a que abra. Sonríe mucho para que no se ponga nervioso.
Pasan los minutos. Pese a las indicaciones, el niño no abre. No entiende qué debe hacer. Llega una niña de la playa.
SOBRINA: ¿Qué hacéis?
MADRE: Disimula. Manel está encerrado con las llaves dentro del coche. No sabe abrir. No se lo hemos dicho ni a la Àvia, ni al abuelo.
PADRE: Manel, ¡dale al botón!
SOBRINA: ¡La palanca de la puerta! (El niño saluda desde dentro. Intenta entender qué le dicen. Tira los brazos hacia sus padres).
MADRE: Hay que romper el cristal.
PADRE: (Coge un martillo) Mantenedlo lejos de la ventana. (Golpea por el lado del copilato. No consigue romper).
HIJA MAYOR: (Llorando) ¡No rompáis el coche!
MADRE: Llamo al seguro. (Se aleja a llamar por teléfono. Salen unos vecinos. Charlan con ella. Aparece la Àvia. No se oye lo que dice y no habla, pero su descontento y nerviosismo es patente).
PADRE: Manel, ¡el botón!
MADRE: Dicen del seguro que ahora viene alguien, pero voy a llamar a emergencias por si no pueden abrir.
El personaje de dentro alterna estas dos posiciones: encantado divertido, cansado aburrido. |
Los primeros en llegar son dos policías locales. La madre habla por teléfono.
MADRE: Dice el de la grúa que él cree que sí puede abrir el coche.
POLICÍA 1: (Tocando la ventana) El coche está frío, no está pasando calor.
PADRE: Sí. el aire está puesto.
El niño del interior se acerca a saludar a los policías con mucho interés. De repente, apaga el contacto del coche.
POLICÍA 2: Anulo los bomberos por ahora. (Habla por la radio).
Se oye un sonido. El padre y el policía 1 se abalanzan hacia las puertas. El niño ha tocado el botón y ha abierto las puertas. Lo sacan. El padre lo coge en brazos y coge las llaves del contacto.
PADRE: (A la madre) Lu, ¡ya está! Ha abierto él.
Ella corre a abrazar al niño. Él corre a jugar despreocupado.
MADRE: Llamo para anular la grúa.
La policía pide unos datos y se despide. Han pasado 50 minutos desde la primera conversación. El niño intenta colarse en casa de un vecino.
Cae el telón.
FIN
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