Os cuento...
El sábado por la tarde fui con una amiga al mismo centro cívico donde se había celebrado la boda, es muy chil friendly. Ya me coloqué junto a la fuente porque a la niña le gusta mucho poner sus manos en remojo. A ver si se va a caer. Jajaja.
Miamigagemela fue a buscar los cafés y volvió con ellos. Mientras yo abría el sobre de azúcar, mi querida hija corrió a remojar sus manos al otro extremo de la fuente. "Para caer más lejos" dije yo...
¡CHOF! Así, tal cual. Resbaló, metió la cabeza y dio la voltereta para quedar boca arriba y cubierta por el