martes, 27 de mayo de 2014

Crónica de un viaje: volareeeeeeeeeeeé

No hace mucho estuvimos en Barcelona. Íbamos a una boda, a visitar a la familia y aprovecharíamos para bautizar a laBebé que ya tocaba...

Esta vez volábamos acompañadas de elPapádelaBebé (cosa que no ocurría desde los diecisiete días de vida de la susodicha); yo soy muy de llegar pronto, él es más bien de lo contrario. Esta vez llegamos al aeropuerto veinte minutos antes de la salida del vuelo. SIN PALABRAS. Ya sabíamos que estaba retrasado más de una hora, pero nos dieron la tarjeta de embarque por pena de que llevábamos un bebé.

Como teníamos TANTO tiempo, él se fue a aparcar y yo pasé el control de seguridad. Saca cosas con líquidos, laBebé pretende llevarse la maleta de otro pasajero, saca portátil de elPapá, vigila niña, pliega silla,
pasa arco, laBebé está de la mano de la señora de seguridad, despliega silla, sal a por laBebé, colócala en la silla, sube a la planta de salidas, pide un Cola-Cao, prepáralo, persigue a laBebé. ¡Y llegó elPapá!

Las familias con bebés somos las primeras en embarcar (lo sabéis), pero es por recogernos la silla que dejamos a la puerta del avión lo antes posible. ElPapá tampoco es partidario de embarcar temprano, pero así había que hacerlo. Una cola del copón, nos hacemos paso con dificultad, han embarcado los preferentes. Entrego los DNI y la tarjeta de embarque, pasamos, sale un señor vestido de piloto y dice:

-Parad el embarque.

Así, sin más. ¡A tope! En el avión oímos y nos explican que hay un problemilla ya que se ha encendido una luz de aviso en el aterrizaje anterior, se ha solucionado, pero que en el aeropuerto de Asturias no hay nadie que lo pueda firmar y debemos esperar a que llegue desde Oviedo. Más retraso...

LaBebédePucca aprovechó el incidente para saludar a todos los pasajeros ya sentados, moverse por todos los asientos libres e intentar colarse en la cabina del piloto.

Mientras correteábamos por la pasarela, pude escuchar que el problemilla había sido con el altímetro que no les había indicado la distancia con el suelo durante el aterrizaje y se habían asustado. Al parecer, ya volvía a funcionar. ¡Yupi!

Finalmente, se embarcó, despegó y aterrizó sin muchas incidencias. A elPapá lo habían sentado en otro asiento junto a otra familia con bebé, pero la pasajera a la que le correspondía sentarse a nuestro lado, tuvo la amabilidad de cambiárselo.

Ya en Barcelona, él esperó por la maleta y yo desesperé con laBebé por la llegada de la sillita.

Puedo decir que laBebé no extrañó nada a suÀvia ni a suAbuelo; estuvo encantada en casa y con todos los juguetes conocidos y desconocidos.

Continuará...


4 comentarios:

  1. Cuando nosotros experimentemos el primer vuelo con la bichilla ¡espero que no haya este tipo de percances! Con lo que se estresa su papá por cualquier cosa, nos íbamos a quedar sin viajar de por vida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja. Ya verás como irá mejor. Hoy nosotras cogemos otro avión. ¡Deseadme suerte!

      Eliminar
  2. Anda, pues cuando nosotros volamos con Peque no fuimos de los primeros en embarcar.
    Eso sí, a la vuelta, ayudados por el que en ese momento fue un lloro muy aportuno por su parte, nos "colaron" en el control de pasaportes ;P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Reclamad vuestros derechos! Aunque también es muy aburrido esperar dentro del avión... Un besote.

      Eliminar

¡Me encanta leer comentarios!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...