El miércoles recogí a laBebé en la Escuelina y con mis mamás-amigas decidimos ir a tomar un café a una
terraza en una zona peatonal. Las niñas jugaban y encontraron unas piedras en el suelo, parecían caídas de algún edificio: efectivamente, de la chimenea de la casa colindante.
Ni corta, ni perezosa, llamé al 112 (soy muy fan) y me pasaron con los bomberos, que me dijeron que iban para allá. ¡Bien! Llegaron y, para más diversión, uno de ellos era amigo de elPapá (que no estaba).
Lo pasamos bien: el camión entró a la plaza, desplegó la escalera, les vimos trabajar y les aplaudimos. Tarde echada sin mucho esfuerzo.
La cara del poli local era un poema, gustosamente nos hubiese enviado pá casa a hacer la cena. Además se puso a llover. No digo más. Estas mulleres...
Mi amigo, el policía... |
Sí, nos hicimos un selfie... |
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