Lo de Peggy y los paseos es estupendo.
Ella sale sin estrés ni prisa, no tira con la correa y no tiene prisa por llegar a ningún sitio. Por las mañanas, cuando la saco, parece que la interesada soy yo. De hecho, hay días que abro la puerta para salir y pasa de largo frente a mí desde el sofá, camino a la cama.
Cuando llueve, intenta no salir. Y, si se la obliga, se niega a hacer sus necesidades para demostrar su descontento por lo que en esta lluviosa Comunidad; a veces, echo a correr (en sentido figurado) con ella, cuando veo que ya no precipita.
Puede ir suelta y sólo hace sobre césped, hierba, tierra, arena o similar. Jamás en una acera o en medio de una calle. Yo no sé qué haré si algún día tengo otro perro y lo debo educar porque ella ya llegó así. ¡¡¡Gracias!!!
Incluso, a días, la pasea laBebé (que le encanta), lleva la correa desde su lugar privilegiado de la sillita.
Vamos a todos sitios juntas y espera pacientemente en las puertas de los comercios sin ladrar, ni intentar moverse. En la puerta del cole de laBebé espera pacientemente. Saluda a una señora que le da media rosquilla diaria y se queda junto a la sillita hasta que salimos.
Un primor y una suerte. Eso sí, le encanta saludar. A cualquiera. Vaya suelta (por calles peatonales) o atada, busca la complicidad de los transeúntes y ante el menor gesto de sonrisa o mirada intensa, ahí se lanza. A dos patas. A saludar, a pedir y dar mimos. "Es terapéutica", dijo un vecino; y tiene razón.
En la imagen laBebé pasea a Peggy.
la bebe encantadora de perros ;) Sacale una que se la vea bien la minata con la correa , ya para acabar de babear ;)
ResponderEliminarTengo que hacerla, pero si ella me ve mientras va en el carrito, patalea para que la saque...
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