jueves, 31 de julio de 2014

Para Pucca, de Peggy

Querida Pucca,

Ya hace un año.

Un coche se te llevó el primer viernes de agosto. LaAmita no quiere saber el día, ella es buena con las fechas y prefiere no saberlo.

Yo te escribo para decirte que todo está bien. No te negaré que pasaron malos momentos y días, pero yo me esfuerzo en que estén contentos. Me porto muy bien. No corro tanto, pero tampoco ladro casi e intento dar muy poco trabajo.

ElPapá está como siempre. Contento y trabaja mucho, pero saca tiempo para pasear con nosotras. Echa de menos jugar, pero yo a veces corro para que esté orgulloso. Le gustabas tanto que quiso tener otro perro enseguida. Por eso fue a buscarme tan lejos.

Seguimos siendo el grupo de "las chicas": laAmita, nuestraBebé y yo paseamos. Vamos juntas a todas partes. Parque, playa en invierno, cafeterías y quedadas diversas.

La niña empezó el cole y casi todos los días la recojo. Te hubiera encantado ir. Saludos, juegos y ¡rosquillas! Después vamos al parque y como todo trozo de comida que caiga al suelo, ¡y les cae mucho!
TuBebé (y mía ahora también) ha crecido un montón. Ya camina y eso tiene cosas buenas y cosas malas: Mimos inesperados e incontrolados. Intenta saltar, escala lo que puede y ahora empieza a hablar.

Llama a Núvol y a ti te da besos en el dibujo tuyo que tiene en su cuarto. Está muy simpática y ríe mucho, aunque también demuestra su carácter... Yo hago como y me estiro en la cama a esperar a que se le pase.
Por cierto que regalaron a perritos sin casa todas tus cosas y yo no he tenido camita hasta ahora, pero así tenía más excusa para subirme al sofá...

Núvol a veces me habla de ti. Le da pena no haber podido expresarte que te quería (a su manera) y le da bastante rabia que yo ocupe sus sofás constantemente, pero es un buen tipo y tenemos una convivencia pacífica. Ahora anda ilusionado con unos pajaritos del patio de luces. A ti también te habrían molado un montón.

Y laAmita trabaja. Cerca de casa. Eso la hace muy feliz aunque tiene menos tiempo para llevarme a la playa. No me preocupa, soy de poco correr, pero me gusta olisquear. Me saca antes de irse y al volver a mediodía. Los fines de semana seguimos con los desayunos en el bar.

Los del bar de abajo ya no son los mismos y me han dejado de dar jamón, pero son majos... Si puedo, pillo alguna caricia o bizcocho.

La familia está bien. Les dio mucha pena, pero me tratan estupendamente. LaÀvia lloró mucho, estuvo muy triste. ElYayo también habla mucho de ti. Si me pasea, voy a su ritmo para que no se haga daño. Te los estoy cuidando, no te preocupes.

¿Más cosas? Pues ya te iré contando. Tengo un proyecto:

Si no te molesta, empezaré a escribir en el blog para echar una mano y que el gato no sea el autor estrella.

No te olvidan. Me hubiese gustado conocerte. Debías ser fantástica. Te mando foto con el Yayo para que veas que está muy bien.

Un lametazo,
Peggy.


Por cierto, yo estoy segura de que estás en Perrolandia.


12 comentarios:

  1. Hace un año que te fuiste y las chicas de la merienda tambien te echamos de menos. Ahora Peggy nos acompaña cada miercoles, aunque llueva hace el esfuerzo de salir de casa y acompañar a tus/sus chicas a merendar. Le encanta venir porque siempre acaba comiendo trozos que se caen de churros, tartas, galletas ... y lo que laBebe le tira a escondidas y hacemos que no vemos.

    ResponderEliminar
  2. Precioso. No puedo evitar que me salten las lagrimas, Lucia. Un beso para Pucca y otro para Peggy, se lo merecen.

    ResponderEliminar
  3. Muy muy bonito. Yo tengo dos perras pequeñas y estoy segura de que, ahora que yo me voy fuera de casa a estudiar, le harán mucha compañía a mis padres. Los perros son de lo mejor de este mundo.

    ResponderEliminar
  4. Te seguía en IG, pero por hoy es la orienta vez que leo tu blog. Menuda llorera! Yo hace un mes y medio que perdí a mi niño peludo, Jordan se fue sin ser su momento, un golden, joven de 5 años, sano como una patata, lo envenenaron, cayo fulminado en mis narices en 5 minutos. Jamás podré borrar esa imagen de mi cabeza.

    Mi mayor pena es que mi hija no crecerá con él, la paciencia y la alegría hechas perro, era perfecto. He perdido otros perros, pero todos de viejitos, y no he sentido ese dolor tan horrible que se siente con una muerte inesperada.

    Yo tengo otros 4 peludos, y cuidan de mi hija, y ella los adora, pero ninguno está igual de dispuesto a jugar y a ser acariciado como lo estaba siempre Jordan.

    Estoy segura de que está con Pucca en un lugar perruno fantástico!!

    Un beso!

    ResponderEliminar
  5. Qué penita....seguro que esté donde esté, se encuentra bien....muchos besos . una Mamá en la Cocina

    ResponderEliminar
  6. He tenido que parar de leerlo...prometo volver a terminarlo pero no puedo prometer no llorar.

    ResponderEliminar

¡Me encanta leer comentarios!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...