Era un sábado por la tarde y había una cola enorme. Compramos las entradas por Internet en ese momento y pudimos saltarnos la cola de la taquilla, aunque también tuvimos que esperar bastante.
En principio, puedes bajar en el otro extremo, estar un rato y volver a subir para regresar a origen, pero (como se hacía tarde y había muchísima gente), dimos los dos viajes seguidos sin bajarnos de la cabina.
Vale la pena.
Eso sí: las cabinas no paran y subir con dos bebés y un carrito es un poco complicado; hay muchas escaleras para acceder y hay zona para dejar la silla atada con una cadena.
Mis acompañantes (junto a ElPapá), Carmen decidió ir con su amiga y familia |
Las cabinas |
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