lunes, 22 de julio de 2013

Las noches en vela

Ahora mismo, vivimos en una paz calma aparente. LaBebédePucca tiene horarios/rutinas con cierta lógica y sus padres ya sabemos cómo subsistir.

La niña se despierta alrededor de las 8, desayuna y juega, aproximadamente, hasta las 9; entonces vuelve a dormirse hasta las 12. Salimos a pasear, duerme unos veinte minutos en la calle. Está en casa despierta hasta las 2 y media y su siguiente siesta dura hasta más allá de las cinco. Volvemos a la calle, a las ocho hay que estar en casa para baño y cuna. Con despertares irregulares nocturnos (más o menos una vez) seguimos hasta el día siguiente... ¡Y vuelta a empezar!

Esto es un poco rutinario, aburrido, monótono o estresante y agobiante (según se mire), pero estamos encantados porque seguimos una pauta desde hace unos tres meses.

Pero, ¿y el principio? No fue así, en absoluto. Nuestra niña dormía y lloraba sin orden ni concierto (día y noche). El cansancio y la desesperación llegaron a tal punto que elPapá y laMamá delaBebédePucca nos mirábamos con odio si la niña lloraba y no se podía dormir. Discutíamos si era mejor pasearla, cantarle o dejarla tranquila. Nada funcionaba... Hubo, incluso, algún abandono del lecho conyugal de madrugada por poder arañar unas horas de sueño.

¿Solución? Dividirnos la noche en dos turnos de 12 a 4 (para elPapá) y de 4 a 8 (para laMamá). En tu guardia debías hacerte cargo de la niña y, si lloraba, llevártela al salón para que el otro pudiera dormir. Después el vigilante se acababa durmiendo en el sofá con la churumbel y tan felices los dos...

Durante ese tiempo, nos veíamos poco y hablábamos menos. Éramos dos seres que se pasaban a un ser llorón y dormían o huían de la habitación a la menor oportunidad.

¡Cuánta tele vi de madrugada! El canal 24 horas de TVE, alguna serie si había suerte... Dormir en el sofá hasta que se acababa el turno o se hacía de día... Menos mal que duró poco tiempo y que se olvida rápido como todo lo malo de la maternidad y la crianza.

LaBebé en esa época (pequeña pero llorona)

En la imagen: laBebé en esa época (pequeña pero llorona).

5 comentarios:

  1. Hace unos 11 años, Juan tenía muy buenos horarios, es decir muy marcados. Pero se despertaba a las seis todos lod días de la semana. Nos turnábamos los sábados y domingos. A esa hora en T5 daban Melrose Place y Sensación de vivir. Volvimos a verlas ambas.
    Años después en P3 o P4 otra familia había mirado las mismas series en el mismo horario.

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    1. La nuestra se despierta hacia las siete u ocho, pero se duerme enseguida y podemos volver a descansar.

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  2. Mi hijo no tuvo buenos horarios hasta que Manolo Morcillo me recetó VARIARGIL al cumplir un año!, a partir de ahí la cosa mejoró muchisimo! besos y ánimo!

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  3. Mi peque que tiene dos años se despertaba llorando hasta 5 veces todas las noches. Gracias a dios lleva un mesecito durmiendo mejor y nosotros también claro

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