Lecturas de embarazo

¡Vaya! Un post cultural: estoy perdiendo la esencia del blog...

Me gusta mucho leer y cuando me quedé embarazada, quise leer mucho para aprender. Después, entré en razón y algo leí (pero no tanto):

Estuvo bien como iniciación, pero (como la mayoría de revistas) tienen mucha propaganda y publicidad. La leía en la playa e intentaba recordar conceptos y lenguaje técnico. 

Al final, tras leer muchas revistas semejantes (las regalan en promociones y en las clases de preparación al parto), sé que tratan SIEMPRE·DE LO MISMO: cólicos, dientes, caca, llanto, dormir y comida. 

Son una lectura ligera para las quince minutos antes de ir a dormir.

Me lo prestaron y me pareció divertidísimo. Trata el embarazo con humor y explica las cosas bastante bien.

Lo iba leyendo según avanzaban mis semanas y me sentía identificada.

Explica un embarazo de forma novelada y, después, conceptos. Además tiene un apartado por si se quiere llevar un pequeño diario (yo no lo hice).

El clásico por excelencia. Me lo regaló mi amiga, laChicadelRamo porque sabía que yo lo quería. Muy completo, pero un poco largo en las explicaciones. Me dio mal rollo el apartado de "Lo que puede preocupar", "Cuando algo va mal" y "Situaciones que pueden ser preocupantes durante el parto y el posparto".

Nos lo regalaron y trajeron al hospital como regalo para elPapádelaBebédePucca por el nacimiento. Lo leí yo. Es entretenido. Explica las cosas desde un punto de vista informal y como parte masculina (o no gestante) de la pareja. Relata la evolución mes a mes durante el primer año de vida.

Lo tenía hace meses, pero no lo miré hasta que no nació laBebé. Es una muy buena guía de lactancia, aunque puede ayudar a generar paranoia para situaciones no exitosas como la mía.

Es bonito y explicativo. Ayuda a entender la relación con el hijo y favorece la crianza con apego. Eso sí, en las semanas de puerperio (cuando lo leí yo) te hace preocuparte mucho por el bienestar emocinal y afectivo de tu cría prehistórica.

Antes de ser madre, pensaba que aplicaría el método Estivill. Después, y tras leer a Carlos González, no lo veía nada claro. Mi marido me lo compró en un aeropuerto y yo lo leí para reafirmarme en que NO usaría ese método (si no era estrictamente necesario, y no lo fue).

Lo malo de este libro es que debe ser leído fuera de la etapa posparto porque la revolución de hormonas y sobreprotección materna hace que te moleste cómo se refieren al listo y estafador bebé.

También me lo dejaron. (Si lo pienso, yo NO he comprado ninguno de estos libros). Sólo lo he hojeado porque no me acaba de convencer, se me hace cansado y un poco fantasioso, pero quizá es que yo no me hago suficiente introspección...

Absolutamente fan. Me bajé la App para el iPad y todos los días me leía mi información. Una receta, una tarea, un vídeo. Gracioso y entretenido. Veía los vídeos y adoraba la comparativa del tamaño del feto con una verdura: una semilla de amapola, un limón verde, un aguacate, una piña ¡o una calabaza!

Aprendí tantas cosas que un amigo me decía que sabía demasiado y que aquello no podía ser bueno para mi ansiedad y tranquilidad ante el parto.

Dejo el enlace a un vídeo porque la voz de la narradora es impagable:

Como no sólo de lecturas maternales vive la mujer, también leí otras cosas. De ellas ya os hablaré (si eso) otro día: