lunes, 30 de septiembre de 2013

La verdad de Núvol: cuando miEsclava era sólo para mí

El pasado 2 de julio empezó una serie de artículos que vienen a contradecir el estilo alegre-divertido que intenta tener este blog. El autor es Núvol y siempre están escritos desde el odio más sincero y honesto.

Cuando miEsclava era sólo para mí

Os voy a confesar una cosa: hubo un tiempo en el que vivía mejor.

Me doy cuenta que es una lástima no saber apreciar esos momentos hasta que los pierdes...

Aquel piso del Raval con balcones minúsculos y repleto de trastos. ¡Cuánto lo añoro!

Cuando miEsclava y yo vivíamos solos, yo era feliz y no me daba cuenta. Ella lo era más, porque vivir conmigo y dedicada a mí es una satisfacción incuantificable.

Yo dormía sobre ella en invierno y lejos, pero en la misma cama, en verano. Si me aburría, le maullaba o le mordía los pies o le daba collejas (formas de dar cariño gatuno) hasta que despertaba.

Yo era el primero en desayunar y luego recibía una chuche repartida en tres lugares distintos para que me supiera a más y poder jugar con ella un rato. Mientras tanto, dejaba desayunar a MiEsclava.

Eso sí, en cuanto terminaba, yo maullaba para que me cepillara. Si me cansaba, la arañaba y listos.

Ella se duchaba y yo me echaba una microsiesta hasta que me apetecía entrar en el baño calentito para ocupar el lugar junto al chorro de aire del calefactor.

Después, tocaba paseo por el edificio. Ella me abría la puerta y yo iba a saludar a los vecinos o a los otros gatos que habitaban el patio comunitario. Cinco minutos antes de que ella se fuera, volvía si me apetecía.
Hubo días que no, y me escondí.

Dormíamos la siesta juntos. 

Saltaba sobre su ordenador y arranqué varias teclas de dos diferentes. 

Me estiraba sobre sus papeles del trabajo. 

Y miraba con desdén a sus invitados (bueno, esto lo sigo haciendo).


Ahora, no. Primero llegó elqueNOsedejaARAÑAR e intentó educarme, ¡vaya época más mala! Después fuimos a peor y la espiral de caída no ha cesado.

Actualmente, vivo en una silla puesta junto a una ventana, en verano. En una camita sobre un radiador en invierno. Tengo comida siempre, pero no chuche diaria. Paso menos tiempo solo, pero mal acompañado. 

Duermo, paseo, giro, me limpio, araño, duermo, salto, maúllo. Vamos, ¡un suplicio!


Si alguien conoce de alguna familia que quiera aceptarme con las condiciones anteriormente descritas, me puede escribir y yo me escaparé hacia ella. Mucho me temo que MiEsclava no aceptaría mi marcha de forma voluntaria. 

Creo que voy a echarme una siesta, a arañar algo y, luego, pensaré una solución a mi infortunio...

2 comentarios:

  1. JAJAJAJAJJAJAJAJJA me alegras el día de verdad, en serio!!!! fantástico! Viva Nuvol!!!!

    ResponderEliminar

¡Me encanta leer comentarios!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...